Durante años, adquirir una embarcación ha sido sinónimo de asumir gastos fijos elevados, gestiones complejas y tiempos limitados para disfrutar realmente del mar. Hoy, el sector náutico vive una transformación:

Un nuevo modelo de inversión y gestión está cambiando la forma en la que los propietarios se relacionan con sus barcos.

 

​De gasto fijo a ingreso neto.
Con este nuevo enfoque, la embarcación deja de ser un centro de coste y pasa a convertirse en una fuente de ingresos. Gracias a una gestión optimizada, es posible obtener beneficios que no solo cubren los gastos operativos, sino que también generan rentabilidad.

 

​De coste a rentabilidad.
Ya no se trata solo de poseer un barco, sino de que este represente una inversión con retorno. A través de una planificación estratégica y una operativa profesional, cada embarcación se convierte en un activo generador de valor.

 

De preocuparte a solo disfrutar
El tiempo de los propietarios se dedica exclusivamente al placer de navegar. Todas las tareas de mantenimiento, logística, gestión de reservas y administración quedan en manos de profesionales especializados.

 

De ocuparte a tener un equipo a tu servicio.
Un equipo técnico propio y dedicado garantiza que cada detalle esté cuidado. Desde la revisión mecánica hasta la atención al cliente, todo está orientado a mantener la embarcación en perfecto estado y lista para navegar.

 

De pagar impuestos a ganar eficiencia fiscal.
Además de generar ingresos, este modelo permite importantes ventajas fiscales. Es posible recuperar el 21% de IVA y ahorrar hasta un 12% del impuesto de matriculación, optimizando así la inversión desde el primer momento.

Este nuevo paradigma redefine la propiedad de una embarcación: más rentable, más simple y más orientada al disfrute. Si estás valorando adquirir una unidad nueva, este modelo de gestión puede abrirte las puertas a una experiencia náutica sin precedentes.